El festival, declarado de interés municipal por el intendente Andrés Watson, fue ideado por la Comuna  e implementado mediante su Secretaría de Cultura, Deportes y Recreación para recordar la obra del escritor argentino José Hernández en un nuevo aniversario de su natalicio.

El subsecretario de Cultura -Mauricio Rodríguez- expresó: “El gran avance en el plan de vacunación más grande de la historia argentina hizo posible que, de manera paulatina, pudiéramos abrir estos espacios y generar estos eventos”. Además, destacó “la gratuidad de las actividades impulsadas desde el Estado para el disfrute de la ciudadanía”.

La subsecretaria de Expresiones Populares -Miriam Paz- subrayó el valor de homenajear a un poeta nacional a través de su obra cúspide: “El Martín Fierro”. “Propusimos mediante la música y danza un recorrido por costumbres, vestuarios y paisajes”, describió.

“Estamos muy contentos por recibir en este predio al aire libre a más de 300 vecinos y vecinas. Vinieron a reforzar nuestra identidad y raíces”, afirmó la funcionaria quien remarcó la iniciativa del Mandatario Comunal en una “tarea permanente de promoción hacia este tipo de propuestas”.

Durante la jornada, desfilaron sobre el escenario  Emiliano Zerbini, los dúos “Heredero” y “Almaraz”, los ballets “Nativo” más “El Caudillo” e integrantes en el staff perteneciente a la mencionada cartera municipal.

Gastón Coronel -jefe de Danza en la Casa del Folclore- acompañó a sus alumnos y alumnas del taller de adultos. Bailaron cuatro temas tradicionales y un estilizado. “Entendieron que no había límites de edad. Lograron divertirse en un lugar de contención”, especificó el profesor.

En tanto, el compositor cordobés Emiliano Zerbini reveló: “Venimos de meses difíciles para la actividad cultural. Recibir la convocatoria fue una muestra de confianza. Estar acá hoy, a 700 kilómetros de casa, para mostrar nuestra obra fue muy importante”.

Gladys -oriunda de la zona- asistió a la celebración junto a Matías: su sobrino amante del folclore. “Él nunca vio un show así. Una experiencia inédita en todo sentido. Ni bien llegó, me pidió las botas, la boina y comenzó a zapatear”, relató la mujer.