La muestra es libre, gratuita y reflexiva: ambas platenses proponen sumergirse en la inmensidad del océano o en la diversión de una piscina. El timón para navegar en esta aventura lo toma una amiga en común: Susana Ricci -dra. en Cs. Naturales con orientación en Ecología- quien inicia un tratamiento en el nosocomio.  

“Una persona absolutamente amorosa quien entiende lo que es pasar horas. Observa este espacio y comparte la idea. Hace el contacto con la Secretaría de Cultura de Florencio Varela para invitarnos con Estela. Ella selecciona la temática”, narra Aramburú.

Conceptualmente, las dos eligen el o las aguas en sus diferentes interpretaciones a lo largo de sus vidas. En el caso de Costa, lo describe como “un gran acompañante: en momentos difíciles o de alegría, tormentosa, calma, con elegancia y majestuosidad”. Su colega habla de “un lugar de libertad, de rehabilitación, pueden ser muy tranquilas o encrespadas, hay que atravesarlas”.

Para elevar el aspecto analítico de la exposición, toman el hexagrama 5 del I´Ching -el libro oracular chino-, es decir, la espera. Pero en este caso, lo vinculan con la institución sanitaria. Allí, Luz define el arte como “sanación”, el público espectador y las circunstancias que experimentan al “aportar confianza, serenidad, saberse acompañado”.

Estela profundiza en “lo que le pasa a la gente” y en “lo maravilloso de mostrar en cualquier sitio público: es como abrir una puerta para descubrir la luz, el ritmo y el color”.