“Por este lugar, pasaron personas con distintas ideologías, diferentes pensamientos, creencias religiosas o afinidades culturales que convivieron en armonía. No hubo preferencia hacia ninguna. Todas fueron integradas en un ámbito de formación”, aseveró el director en la Escuela “Capitán de Fragata Carlos María Moyano”, Juan Noblega.

El establecimiento pedagógico ubicado sobre calle La Argentina, en el barrio San Eduardo, abrió sus puertas a la comunidad para una jornada especial: festejar 50 años desde su fundación y evidenciar la transformación que ocasionó en la zona su funcionamiento a partir de 1970. 

“Estrechamos lazos de compromiso mutuo durante un extenso camino compartido”, describió el actual integrante de la comisión directiva en una institución con una matrícula que superó los 280 alumnos y alumnas. “Asumimos el desafío diario de incluir e igualar incluso durante una pandemia inédita en el mundo”, reflexionó.

Un segundo hogar. Un sitio de contención, pero también de compañía. Pasillos testigos de celebraciones por objetivos cumplidos e impregnados por la nostalgia de una etapa donde forjar convicciones, sumar herramientas, aprehender valores e incorporar saberes para toda la vida.

“La educación pública dejó una huella en quienes pasamos por sus aulas. Siempre fue motivo de orgullo. No sólo por el aprendizaje sino también por los vínculos constituidos en un contexto de equidad. Por esa razón, el interés desde el Estado en preservarla y mejorarla constantemente”, subrayó el mandatario comunal, Andrés Watson.

La máxima autoridad distrital enumeró las obras ejecutadas en edificios estudiantiles para ampliar sus instalaciones, sumar capacidad e incluso optimizar su entorno. Además, enfatizó la posibilidad de transitar en Florencio Varela todos los niveles del sistema formal: desde el inicial  hasta el universitario.

La ex-responsable de la entidad -Graciela Sobraro- repasó “la labor realizada con dedicación e inspiración para crear nuevas oportunidades con un desempeño profesional que orientó a chicos y chicas que luego fueron hombres y mujeres preparados para enfrentar una sociedad competitiva”. 

Miriam Memmo inició su carrera en la Primaria Nº32 como residente. Nombró a directivos, auxiliares e incluso docentes que no solo la recibieron, la ayudaron a desarrollar su tarea: enseñar a leer y escribir a muchas personas con quienes protagonizó un peculiar reencuentro. “Una experiencia maravillosa acompañar en el crecimiento”, confesó.

Por último, el jefe de Región Cuarta de Educación -Pablo Vinuesa- trazó las complejidades de la revinculación y el retorno a la presencialidad plena tras la emergencia sanitaria “con evaluaciones tanto en matemáticas como en prácticas del lenguaje para medir el conocimiento, por ejemplo, en tercero o sexto año”.

Tras entonar las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretado por la artista municipal Silvia Fernández, y despedir a las banderas de ceremonia, el Intendente entregó una placa conmemorativa alusiva a la fecha. 

Estuvieron presentes la secretaria de Educación, Andrea Digiobani; la presidenta del Consejo Escolar, Claudia Allerbon; el jefe Distrital de Educación, Alfredo Schveizer.